El
pasado 3 de Julio, representaciones de los más amplios y diversos sectores de
la sociedad venezolana, decididos a defender nuestra Constitución, nuestra
República y nuestra posibilidad de vivir en Democracia, decidieron unirse, más
allá de su pluralidad de intereses, para una iniciativa inédita.
Ese
día solicitaron públicamente a la Asamblea Nacional, que de acuerdo con el
Artículo 70 de la Constitución Nacional, convocara a un Proceso Nacional de
Decisión Soberana, para que fuera el pueblo, a través de la modalidad
constitucional de la Consulta Popular, quien decidiera la vía que debe seguir
nuestra Nación en esta encrucijada terrible de la patria amenazada.
El 16 de Julio, en una jornada histórica e inolvidable, el Pueblo venezolano
atendió masivamente esa convocatoria, y decidió.
En
lo que resultó el acto de desobediencia civil organizada más grande en la
historia de nuestro Continente, ya con el 100% de las actas escrutadas, podemos
afirmar que más 7 millones 600 mil venezolanos emitieron de manera épica un
mandato claro, contundente e irrefutable, y asumieron un compromiso de lucha,
en ejercicio de los artículos 333 y 350 de nuestra Constitución.
En
apenas dos semanas, sin recursos, sobrepasando obstáculos de todo tipo impuesto
por el régimen, desde amenazas al pueblo de robarle sus legítimos derechos al
trabajo o a la alimentación si participaba en la Consulta, pasando por el
amedrentamiento y las más brutal censura a periodistas y medios, hasta la
persecución y encarcelamiento de activistas y voluntarios, se preparó lo que
pasará a la historia como una de las más hermosas y trascendentales
manifestaciones de organización ciudadana.
Para
dar una idea de lo masivo y rotundo de la expresión soberana de los venezolanos
en esta jornada histórica, baste decir que en apenas 2020 centros, se logró una
manifestación de voluntades muy superior a las obtenidas en elecciones
nacionales donde se habilitan más de 14 mil. Si 7 millones 600 mil venezolanos
se pudieron expresar en tan pocos centros y con tan adversas condiciones,
imaginemos cuantos millones somos los que queremos cambio y estamos dispuestos
a luchar por él. Es todo un país que de manera abrumadora rechaza el régimen de
Maduro, el tamaño inmenso de la población que exige un cambio en la conducción
política del país, y al mismo tiempo es la razón por la que el régimen huye
desesperadamente de la posibilidad de cualquier elección.
Hoy
tenemos todos que felicitarnos por el pueblo que somos. Por la valentía que no
se detiene ante las amenazas y la represión, por la perseverancia en la lucha
por un país distinto, por la capacidad de organizarse para alcanzar sus
objetivos, y por la indeclinable vocación por la libertad y la justicia.
El
pueblo venezolano decidió, y ha dado un mandato.
En
el documento del pasado 3 de julio, los venezolanos se dirigieron de manera
clara y directa a Nicolás Maduro y a los miembros del partido de gobierno, y
les pidieron entender el enorme rechazo que tiene su fraudulenta propuesta
constituyente en las bases populares, el inaceptable saldo de sangre, dolor y
luto que pesa sobre su proyecto político, y les exigieron que retiren su
propuesta constituyente sin dilación y sin maniobras.
El
mandato, hoy respaldado en Consulta Popular por una contundente mayoría de los
venezolanos, es concreto. Es el Pueblo entero quien se los demanda y, si se
mantienen en su empeño totalitario, será el Pueblo entero quien se los cobre.
El
régimen debe saber que nosotros, todos nosotros, no vamos a permitir que la
destrucción de Venezuela se concrete. El fraude constituyente no resuelve la
crisis social ni contribuye con la paz del país. Por el contrario, es la
garantía de eternizar su ejercicio de la violencia de Estado y el padecimiento
social que hoy sufrimos. La gran mayoría del pueblo de Venezuela quiere vivir
en paz y por eso clama por un cambio. Y es este mismo Pueblo que rechaza el
fraude constituyente el que también respaldó ayer su compromiso a acompañar las
acciones que sean necesarias para que su voluntad sea respetada.
Después
de la histórica jornada de ayer, al país se le presentan dos caminos: el que
desea la mayoría, que es el del entendimiento real, sin manipulaciones, y la
construcción de salidas a la insoportable crisis social y política. Para este
camino, es imprescindible que el régimen retire su propuesta de fraude
constituyente. De lo contrario, manifestamos nuestra absoluta disposición a
asumir y profundizar el conflicto político para conquistar la Libertad.
El
régimen debe leer adecuadamente los resultados de ayer. Si el régimen acata la
decisión soberana del pueblo, y retira su propuesta de fraude constituyente,
los venezolanos y su dirigencia están dispuestos, como lo han estado siempre, a
discutir de manera abierta y transparente, sin manipulaciones ni engaños, de
frente al país, propuestas serias que conduzcan a la superación política y sin
más traumas a esta tragedia colectiva, en el entendido que toda solución pasa,
de manera irrenunciable, por el restablecimiento del orden constitucional
quebrantado y al respeto al mandato expresado por el pueblo el día de ayer.
Por
el contrario, si el régimen insiste en desconocer la decisión de los
venezolanos, sepa de manera clara que haremos respetar su soberana sentencia.
Estamos preparados para iniciar las acciones que haya que hacer para construir
un país para todos, un país donde todos puedan vivir y progresar en paz, un
país con vida y con futuro. Estamos preparados para, de acuerdo con los
artículos 333 y 350 de la Constitución, y a partir del extraordinario resultado
de la Consulta Popular de este 16 de julio, proceder a la nueva etapa del
levantamiento democrático progresivo en la totalidad del territorio, y la
activación de la Hora Cero nacional que inicia con las siguientes acciones:
Primero:
Mañana mismo, la Asamblea Nacional en su condición de convocante y con base en
la enorme manifestación popular del día de ayer, sesionará para recibir el acta
final de resultados y dará entrada al Informe Final de la Comisión de
postulaciones judiciales para el nombramiento de los nuevos magistrados.
Proceso que, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, culminará el
viernes con el nombramiento de los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de
Justicia.
Desde
ya exigimos a los Poderes Públicos, a todos los funcionarios, y a la Fuerza
Armada Nacional, el acatamiento inmediato de la decisión soberana del pueblo
expresada este 16 de Julio en todo el país. Por ello, el fraude constituyente
debe ser desconvocado y no puede actuar en contra de la voluntad del pueblo.
Segundo:
El día miércoles, daremos el primer paso para avanzar en la conformación del
Gobierno de Unión Nacional, con la firma del Compromiso Unitario para la
Gobernabilidad, por parte de todos los factores políticos de la Unidad
Democrática, quienes estamos unidos, preparados y listos para la conformación
de un Gobierno de Unión Nacional, en acatamiento al mandato popular recibido
ayer.
Tercero:
Para el mismo día miércoles, convocamos al pueblo a asistir al Punto Soberano
donde ejerció su compromiso el 16 de julio, a realizar allí se conformaran los
2020 Comités de la Hora Cero que servirán de núcleos de la organización popular
para enfrentar el fraude constituyente y el restablecimiento del orden
constitucional.
Cuarto:
Finalmente, convocamos a todo el país a un Paro Ciudadano Activo y Nacional de
24h, el día jueves, como mecanismo de presión y preparación para la escalada
definitoria de la próxima semana.
La
jornada del 16 de julio ha sido un triunfo extraordinario. El país se ha
expresado contundentemente. La Soberanía popular directa se activó y el Pueblo
decidió. Obligados a defender nuestra Constitución y nuestra Patria, activamos
la fase superior de la lucha cívica, en este proceso democrático de rebeldía en
ascenso, hacia la recuperación de la democracia y gobernabilidad.
El
reto que hemos asumido exige, ahora más que nunca, un compromiso unitario de
todos, pueblo y dirigencia política. Es la hora que los diversos sectores
sociales, la Asamblea Nacional, los distintos factores que conforman la Unidad
Democrática, y cada uno de los venezolanos, tanto de manera individual como
organizada, hagamos causa común y trabajemos juntos en el logro del
trascendental objetivo de defender y rescatar a nuestro amada Venezuela. Este
país es de todos, y de todos es esta lucha.
El pueblo decidió!
Que viva Venezuela!
Que viva Venezuela!
Marianela Fernández
Presidenta de la Comisión
de Estrategia UNT-Zulia
